Es muy frecuente que los niños con autismo presenten trastornos de sueño lo cual se traduce en una mayor dificultad a la hora de conciliar el sueño. Esta dificultad se presenta especialmente en la etapa infantil y suele regularse en la etapa adolescente.
Mientras que los niños que no son autistas tienden a despertarse menos veces conforme van creciendo, en el caso de los niños con autismo es a la inversa, produciéndose muchas más interrupciones en las fases del sueño.
Algunos de los factores que pueden incidir en el problema para conciliar el sueño de niños autistas, puede deberse al cambio de rutina y al permanente estado de alerta que les provoca el silencio o la oscuridad. El momento de ir a dormir supone un cambio en la rutina del niño y por tanto es una situación que puede provocar ansiedad
Melatonina, la hormona del sueño
Por otro lado se ha observado que los niveles de melatonina, la hormona causante del sueño, suele estar alterado en los niños que sufren autismo, algo que hace que sufran un mayor trastorno del sueño. Pero ¿cómo incide la falta de sueño en los niños autistas?
Los trastornos de sueño provocan en los niños una actitud irritable, y un mayor déficit de atención, una circunstancia que afecta en gran medida a su capacidad para aprender o escuchar, lo cual dificulta aún más la forma en la que responden a los estímulos. En cualquier caso conviene consultar con un especialista la conveniencia de administrar ciertas dosis de melatonina para paliar estos efectos.